Hola, ¿Cómo estás? no sé si te gustará recibir esta carta, pero lo necesitaba, necesitaba soltar todo lo que llevo dentro y no puedo sacar, sea para bien o para mal, de verdad mi última intención es dar pena o molestarte.
Mi vida no es muy generosa conmigo pero trato de valorar tanto lo que tengo cómo lo que no, que ahí es donde entras tú. Si acaso te preguntas cómo es tu hijo pues te explico, no es el hijo guapo, educado, centrado en sus estudios, con pareja estable, ni deportista, ni el artista ni gracioso pero puedes estar tranquilo que al menos hijo es honrado y buena persona o al menos eso creo.
Cuesta mucho dormirse preguntándose donde lo estás haciendo tú, si tienes frío, hambre, o te sientes solo y nostálgico.
Quiero buscar cualquier excusa para explicar tu abandono, cómo las sustancias que ambos sabemos que consumes, o que poco a poco te fuiste distanciando hasta que ya era tarde para volver a mí, a nosotros, e incluso te avergonzaría la idea.
Imagino tu cara un poco más arrugada a como puedo verla en aquella foto que nos hicimos la feria de abril de 1996 en la que salgo sobre un poni y tú sujetándome con cuidado mientras me sinríes; también te imagino con menos pelo como nuestra genética varonil implica, te recuerdo con ese olor a tabaco que realmente era acogedor, y esa forma de aconsejarme sin reñirme nunca.
Es tan extraño ver un padre y un hijo para mí que incluso me parece irreal, parece que no pero aunque no soy sexista hay muchas cosas que necesitaba aprender de tí y no de mamá como afeitarme, higiene en miembros viriles, defenderme, proteger a mi madre y hermana, el futbol, manejar un coche, hacerme un nudo de corbata........ son infinidad de cosas de la vida cotidiana con las que comparándome con el resto de los chicos de mi edad me noto en desventaja y las he tenido que aprender yo sólo, y aunque parezcan pequeñas cosas afectan mucho más de lo que nadie puede llegar a creer.
La verdad esque nunca he llegado a pensar que el último adios fuese para siempre, y traté de engañarme a mi mismo durante años de que aquellos regalos que conservo con tanto cariño los hiciste tú aunque mi consciente sabe perfectamente que fue una mentira piadosa de mi tía.
Puede que realmente nunca más vuelva a saber de tí, o que ni siquiera leas estas vulgares palabras pero no será por falta de ganas, sinceramente estoy dispuesto a ayudarte, a darte otra oportunidad como todo el mundo las merece y yo las tengo a pesar de mis errores. Creo que yo alomejor podría acabar siendo un tú porque nos parecemos tanto en el carácter... somos tan espontáneos y tan fugaces como la luz, tan apasionados tan desordenados tan límites, y ambos odiamos la rutina, somos unos bohemios que necesitamos estar en todos los sitios a la vez...
En el fondo pienso que somos iguales, yo tampoco tengo voluntad para negarme a consumir sustancias, tampoco tengo la paciencia de aguantar en el mismo sitio durante años, ni con la misma gente e incluso soy un despistado ante todo cómo tú.
Mi hermana está bien, puedes sentirte orgulloso de su responsabilidad, nobleza dulcura y constante buen humor y mi madre.. bueno la verdad esque desde aquel día en el que nos embargaron el piso está como ida, sus movimientos son instintivos y lo único para lo que tiene tiempo es para trabajar, la verdad nunca le he contado nada de mi vida, a veces creo que ni me conoce, nunca me demuestra cariño ni escucha, me encantaría que a veces me contase cómo le ha ido el día en el trabajo o en caso de que saliese que es lo que ha hecho... mi mayor deseo es que rehaga su vida pero sin embargo, con el paso del tiempo pierdo las esperanzas.
Hay tantas cosas que te necesito contar, tantos sueños que quiero compartir, por favor antes de nada cuídate tú que lo necesitas.
Alguien que sin saber cómo te aprecia.
